Existen instantes en la vida donde todo parece venirse abajo, llevándonos hacia un reinicio completo de vida no buscado, pero quizás esencial. Hace poco, un suceso me forzó a empezar de cero (Lea el post). A pesar de ser una experiencia desgarradora, resultó ser inesperadamente liberadora. Ahora, me hallo al borde de un nuevo comienzo, mirando el futuro con una visión renovada y una motivación reavivada
Una limpieza improvisada
Cuando elegimos hacer un reinicio, entramos en una fase de clasificación drástica, deshaciéndonos de todo lo que ya no tiene razón de ser. Ya sean objetos materiales como ropa y libros, o el contenido virtual que llena nuestro disco duro. Comencé este proceso con la idea de conservar solo lo esencial, manteniendo en mi computadora solo lo que tenía una relación directa con Pravaha, mi compañía de elixires aromáticos.
En un acto casi premonitorio, transferí todos mis archivos a un disco duro externo, incluso eliminando el contenido guardado en la nube, con la intención de ordenarlo todo cuando regresara. Sin embargo, contrario a mi práctica habitual, no creé una copia de seguridad. Dejé el disco duro en un lugar vulnerable y hoy me encuentro teniendo que empezar de cero, perdiendo décadas de datos acumulados.
Una filosofía de vida probada y comprobada
Durante esta etapa de reevaluación, vuelvo a una filosofía que adopté hace nueve años, durante mi viaje alrededor del mundo: mantener solo lo que satisface una necesidad inmediata y concreta. En ese momento, logré condensar lo esencial de mi vida en una mochila de 50 litros y desde entonces he mantenido una visión clara de lo que realmente es necesario. Esta filosofía, que ha demostrado ser válida en todas las circunstancias, ahora me está ayudando a navegar por este período de pérdida y renovación.
Un despertar brutal pero necesario
Sin embargo, este reinicio forzado me privó de más que solo archivos digitales. Mi colección de elixires, que una vez se exhibió con orgullo en estantes, ha sido aniquilada, dejando atrás un mar de cristales rotos y recuerdos destrozados. Me encuentro en una situación precaria, sin un hogar fijo ni una ocupación definida.
Pero en medio de todo este caos, se me presentó una oportunidad única para reevaluar lo que realmente importa en la vida. Un momento precioso para reflexionar profundamente sobre mi camino y las opciones que tengo. ¿Debería quedarme en Inglaterra? ¿Debería continuar la aventura Pravaha? etc. Es un momento para tomar decisiones conscientes.
Este reinicio completo, aunque involuntario, de alguna manera se alinea con la misión original de este blog: hacer un balance de nosotros mismos y abrazar un renacimiento enérgico. Al igual que la historia de una simple taza de té para dar la bienvenida a algo nuevo en mi vida, primero tengo que hacer espacio.
¿Y tú? ¿Has tenido alguna vez una experiencia de pérdida y renovación? ¿Has tomado el tiempo para hacer un balance de tu vida en tales circunstancias?
Te invito a compartir tus experiencias y reflexiones mientras exploramos juntos las oportunidades y lecciones que puede ofrecer un reinicio completo.
¡Viva el Reinicio Completo y un renacimiento lleno de serenidad y nuevas energías florecientes!